Los tratamientos utilizados son:
El modelo que utilizamos es el método Minnesota se origino en Estados Unidos en los años ’50. Sus planeamientos han servido para organizar programas de rehabilitación de adicciones en varios países del mundo. En este modelo se estructura la atmósfera terapéutica para ofrecer el apoyo profesional y la guía necesaria para alcanzar las metas del tratamiento. Es un enfoque integral y multidisciplinario basado en los 12 pasos.
El modelo otorga el concepto de enfermedad física, mental, emocional y espiritual, progresiva, pero que puede ser detenida, al entrar en el proceso de recuperación, siempre y cuando el paciente se adhiera a las propuestas del programa.
Se pretende alcanzar 2 objetivos a largo plazo:
1. La abstinencia total: de consumo de sustancias como alcohol y drogas y de conductas sin control como el juego compulsivo.
2. Una calidad de vida con salud física y emocional, integrada en un marco familiar y social.
Se pretende alcanzar 3 objetivos a corto plazo:
1. Ayudar a la persona a admitir la necesidad de ayuda.
2. Ayudar a la persona a identificar cuáles son las conductas a cambiar.
3. Ayudar a la persona a traducir su entendimiento en acción para desarrollar un estilo de vida diferente.
Terapia individual: en forma personalizada un profesional seguirá el proceso del tratamiento. Las terapias individuales son el marco adecuado para que cada paciente pueda expresar sus conflictos en privacidad, sin la opinión de terceros.
Metas y objetivos de grupo: incrementar la autoestima del paciente, incrementar su sistema de límites, aceptar su realidad, aceptar su imperfección, lograr entender sus asuntos como ser humano adulto, identificar sus conductas psicopáticas para controlar y manipular a los otros, eliminar resentimientos y venganzas, lograr descubrir su espiritualidad y encontrar un poder superior a sí mismos, identificar las cualidades, habilidades e intereses personales, comunicar corporal y verbalmente los sentimientos y pensamientos de manera abierta y certera, con honestidad, correr riesgos que promuevan el comportamiento saludable y reducir el comportamiento destructivo, reconocer el impacto que su comportamiento tienen en los demás.
Terapia grupal: todos los días un operador terapéutico formará distintos grupos de trabajo con distintas temáticas acorde a la problemática de las adicciones.
Terapia familiar: a medida que avance el tratamiento, el psicólogo incluirá en la terapia a los integrantes de la familia, fuera de la institución y sin la presencia del paciente.
Terapia multifamiliar: se llevará a cabo con toda la familia del paciente, dentro de la institución y con la presencia del mismo.
Acompañantes terapéuticos: Se contarán con los mismos para las primeros paseos, y/o, salidas necesarias (ir al médico, dentista etc.) El acompañante es un agente de salud, altamente capacitado para guiar y controlar al paciente.
Control psicofarmacológico:Un psiquiatra seguirá el control de la medicación, acorde a la evolución de cada paciente.
Salud
Se realizan en la semana diferentes ejercicios coordinados para promover y crear en los pacientes conciencia sobre la importancia de lograr una aceptable salud física y mental.
Salidas recreativas
Los pacientes tendrán la posibilidad de recrearse teniendo días de pesca y contacto con la naturaleza, sobre la costa del Río Uruguay.
Arte-terapia
Los pacientes expresan a través de la pintura y el dibujo frustraciones, emociones y sentimientos.
Otros talleres
Música, Expresión Corporal.
Actividades psicoterapéuticas:
– Ronda de señalamientos.
– Grupos expositivos.
– Grupo de relatos de reinserción social.
– Grupo de evaluación de responsabilidades.
– Charlas educativas.
– Cine-debate.
Desarrollado bajo la forma de media jornada, que posibilita la elaboración del plan de tratamiento, para el seguimiento intensivo de cada paciente.
Está destinado a pacientes, que salieron de una o más internaciones, o no requieren de estar internados, pero tampoco pueden estar solos, ya que no han adquirido la practica suficiente en la utilización de las herramientas básicas, para mantenerse limpios.
Objetivos del HOSPITAL DE DÍA
– Proporcionar una atención acorde a la modalidad.
– Trabajar con el paciente sobre herramientas de recuperación, aplicables a su realidad actual.
– Fortalecer su actitud en recuperación en sus idas y venidas.
– Generar una posición activa del paciente que debe renovar cada día su contrato con el tratamiento.
– El hospital de día en adicciones trabaja sobre dos conceptos: re-sociabilización y rehabilitación.
La re-sociabilización y la rehabilitación
Determinan el tipo de tratamiento, es decir que delimitan tanto el tipo de pacientes que el hospital de día admite, como define el modo de su externación. Tanto la rehabilitación como la re-sociabilización hay que pensarlas en relación a la demanda singular que cada persona puede efectuar durante el proceso del tratamiento.
Tratamiento:
Orientación Laboral o Estudiantil.
– Terapia individual.
– Terapia grupal.
– Reuniones familiares.
Se indica para aquellas personas que recién inician su consumo de drogas, alcohol y otras sustancias perjudiciales para la salud y conservan su trabajo y/o su estudio, que poseen un vínculo familiar estable y necesitan abordar su dependencia a las sustancias y a la adicción desde el principio y en las condiciones que su realidad ofrece, puede evitarse así mayores consecuencias que perjudican su presente, su futuro y el de los que los rodean.
– Concurrencia: Deben asistir a la comunidad terapéutica para la terapia individual y grupal como mínimo dos veces por semana para tener buenos resultados en su rehabilitación. Los días de asistencia, se pactan entre el paciente y la fundación.
Luego de un trabajo interdisciplinario profesional y el compromiso del paciente y su familia en el tratamiento, llega el momento del alta. Este momento requiere de una evaluación minuciosa para pasar a la última etapa del tratamiento: la reinserción social. Para dicha evaluación se tienen en cuenta las siguientes condiciones:
– La capacidad de reconocer pensamientos erróneos y conductas negativas sin consumo.
– La capacidad de vivir limpio de sustancias, en recuperación.
– La capacidad de atravesar desaciertos, frustraciones, fracasos, angustias, tristezas, alegrías y satisfacciones manteniéndose limpio y en recuperación.
– La no peligrosidad para sí mismo y para terceros.
– La capacidad de elaborar proyectos personales y laborales.
– La capacidad de responsabilizarse por sí mismo.
– La capacidad de comunicarse.
– La estabilidad emocional.
Una vez cumplidas las condiciones aquí enunciadas, el paciente estará preparado para afrontar la vida social (de la cual se apartó durante todo el tiempo de consumo), continuando en la sociedad con la aplicación de los principios adquiridos sosteniendo de esta forma un nuevo estilo de vida libre de sustancias.